La Ermita-Capilla y actual Parroquia de San Antonio de la Navata
La Ermita-Capilla de La Navata dedicada a San Antonio de Padua, se empezó a gestionar, según documento que obra en la Parroquia, el 27 de diciembre de 1944, solicitando a las autoridades el placed para su construcción, tras la recaudación económica aportada por 18 vecinos residentes y veraneantes temporales de La Navata; así como de una subvención del gobernador de la provincia de Madrid, para paliar la falta de servicios religiosos en La Navata; ya que la Iglesia de Nª Sª de la Asunción, en el pueblo de Galapagar, quedaba a unos 4 Kilómetros de distancia. Lo que hacía en esa época, algo difícil, el desplazamiento ida y vuelta de personas mayores, para atender los oficios religiosos. La actual carretera de Galapagar a La Navata, era un camino sobre un terreno irregular del que afloraban grandes piedras de granito, y que discurría en medio de unos enormes barrancos, que se fueron rellenando, para poder transitar los carros, los animales de transporte, y los pocos vehículos de la época.
Es por lo que, para dar respuesta y proporcionar culto religioso a la numerosa colonia veraniega que procedente principalmente de la ciudad de Madrid, accedía a La Navata para disfrutar de veranos más frescos, así como de los baños en el rio Guadarrama, a su paso por el actual entorno del Molino de La Navata, y especialmente en el denominado charco de la Hoya; se edificó la Ermita- Capilla de La Navata, sobre unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Galapagar, y gracias a la colecta que realizaron los referidos 18 vecinos de La Navata, y a la subvención del Gobierno Civil de la provincia de Madrid, siendo el gobernador D. Carlos Ruiz García (Comillas/Cantabria, 1904 - Cervera de Pisuerga/Palencia, 28 en enero de 1982); militar y político español que ocupó diversos cargos, entre ellos el de Gobernador Civil de Madrid (24 de junio de 1941-28 de junio de 1954).
La ubicación de la Ermita-Capilla, se seleccionó al lado de un manantial o fuente que brotaba directamente del suelo, en el camino de Galapagar a La Navata (hoy en día sigue existiendo la fuente en el pequeño parque público adjunto a la Iglesia), en unos terrenos del Ayuntamiento. Alrededor de estos terrenos públicos se ubicaban varias fincas, cuyos dueños fueron participes de la iniciativa y aportación monetaria para su construcción (Finca de Rueda o El Romeral, Finca Marisol, Finca Los Cedros, Finca Los Almendros de la familia Laborde, … y otros participantes, ya no recordados).
En esos años de mitad de los 40, se solían dar esporádicamente servicios religiosos dominicales veraniegos, pero privados, en la pequeña capilla del palacete de la familia Laborde (finca situada entre las actuales calles Ortega y Gasset, Alcotán y El Álamo), cuando visitaba en la finca a Dª María de los Ángeles Ortiz Martínez del Valle (enterrada en el cementerio de Galapagar el 30 de junio de 1965) un amigo sacerdote. Esta Señora, cuya hija Mª Asunción Muñoz Ortiz estaba casada con D. Carlos Laborde, médico de profesión, y cuya familia (Los Laborde) eran los propietarios de la referida finca y palacete, pasaba largas temporadas estivales en la mencionada finca.
Dª María de los Ángeles; regaló, una vez terminada la Capilla de San Antonio, una imagen de plata maciza de la Virgen del Pilar con su pedestal, según información recabada de descendientes, ya mayores, de las familias que aportaron parte del dinero para la construcción de la capilla. Dª María de los Ángeles, decía que la nueva Capilla, debía de tener, también, una imagen de la Virgen María, siendo devota como lo fue de la Virgen del Pilar.
La Ermita de la Navata, estuvo terminada, según documento escrito que consta en la actual Parroquia de San Antonio, el 21 de julio de 1945. Inicialmente, la capilla se debió de planificar bajo la denominación de capilla de Nª Sª de la Asunción, según consta en documentos de archivo parroquial que tiene catalogados su actual párroco D. Miguel Ángel López López (8 septiembre 2016 - ..); pero según datos recabados de personas mayores, que siguen con vida a la fecha, y que participaron en el corte de la piedra y su construcción, así como de sacerdotes ya, también, mayores; la nueva Ermita- Capilla se dedicó a la advocación de San Antonio de Padua (más adelante veremos el porqué), y debió ser la razón de regalar a la capilla, una imagen de la Virgen (del Pilar) como se ha mencionado.
La imagen de San Antonio fue llevada a la capilla de La Navata desde la iglesia de Galapagar, según recuerda un antiguo sacerdote D. Eladio López Yabén (Galapagar, 21 de julio de 1944 - ...) - quien estuvo asignado durante unos meses a la Ermita-Capilla de la Navata en 1970, recién salido del seminario con 26 años - a instancias de una maestra de Galapagar (Sta. Emilia) muy devota de San Antonio, y al parecer de gran influencia en la parroquia de Galapagar. Este hecho, da que suponer sobre el posible cambio de nombre inicial de capilla de Nª Sª de la Asunción (según documento escrito del archivo parroquial) por el de capilla de San Antonio.
En1895 el sacerdote párroco de Galapagar D. Francisco Fernández Bragado (de 1892 a 1911), realizó un inventario de bienes de la parroquia de Galapagar, donde figura la imagen de San Antonio con el niño (ver detalle en las fotografías adjuntas), que se trasladó a la Ermita-Capilla de La Navata, suponemos que en la segunda mitad de los años 50.
La Ermita- Capilla de La Navata, se fue ampliando con el tiempo a su actual estado de construcción, en varias fases claramente visibles arquitectónicamente en la estructura de la actual Iglesia parroquial. Inicialmente, se construyó el cuerpo principal del actual presbiterio, y la zona de los bancos más próximos al mismo, hasta el actual arco que separa la parte posterior, de mayor altura, del primitivo templo. La ampliación de la, en aquel tiempo Ermita-Capilla, tuvo lugar según recuerdan algunas personas entrevistadas, en el año 1956 o 1957.
El acceso principal a la primitiva capilla se realizaba a través de un portón de doble hoja de madera, antiguo y desvencijado, con ventanas enrejadas que permitían ver el interior de la capilla. La pared de cerramiento y acceso primitivo principal a la capilla, se ubicaba justo debajo del actual arco de bóveda, en la separación de la parte antigua de la posterior ampliación.
El actual arco, se construyó con la ampliación de la capilla en el año 1956 o 1957, como elemento arquitectónico de integración de la parte techada baja original con la nueva más elevada, según recuerda el sacerdote D. Eladio López, nacido en Galapagar y asignado un tiempo a la capilla en 1970, de sus tiempos de colegial y de las excursiones que hacia el colegio a visitar el rio Guadarrama, el canto del peso y la Ermita-Capilla de La Navata.
Las puertas de madera iniciales del acceso a la capilla, tuvieron también, su etapa histórica viajera, según recuerda el referido sacerdote; ya que se ubicaron, primeramente, en el acceso al porche cerrado y enrejado posterior de la capilla. Poco tiempo después, estas puertas de madera originales, se llevaron a la iglesia de Nª Sª de la Asunción de Galapagar, cuando fueron sustituidas en la capilla por las actuales puertas de acceso al porche enrejado y cubierto trasero. En la iglesia de Galapagar, estas mismas puertas originales, se pusieron en el acceso secundario al templo desde la calle Guadarrama, donde con el tiempo, también fueron sustituidas por las actuales.
El culto religioso en la Ermita-Capilla, en esa época de finales de los años cuarenta y la década de los años cincuenta, era para dar servicios religiosos en la época estival a la colonia veraniega, servicios que atendía el cura párroco de Galapagar D. Valentín Navío López; quien ofreció en julio de 1954 el funeral del insigne escritor Jacinto Benavente en la iglesia de Galapagar. Posteriormente, y según información recabada del mencionado sacerdote D. Eladio López, en la segunda mitad de los años cincuenta, donde ya había una mayor colonia de residentes permanentes y semipermanentes, se procedió a la ampliación y cerramiento del templo (1956 o 1957), obras que fueron dirigidas por el sacerdote de Galapagar, en aquella época, D. David Lomas Pastor (1928 - + 26 de abril de 2016); sacerdote, al parecer, muy volcado en realizar reformas de albañilería y obras de construcción.
La ampliación de la capilla de La Navata, permitió dar oficios religiosos en invierno; ampliándose el aforo cubierto de la capilla, el actual acceso al templo y la actual sacristía; así como el pórtico techado en la parte posterior del templo, con acceso exterior al mismo desde el actual parque infantil con su antigua fuente, mediante unas escaleras de piedra.
Se han recabado testimonios de personas y antiguos sacerdotes, ya mayores, sobre el cuándo y cómo se debió producir la ausencia de la imagen de plata de la Virgen del Pilar de la capilla de La Navata. Los testimonios de estas fuentes, todos ellos basados en nebuloso recuerdo y fechas imprecisas, vienen a indicar que el sacerdote de Galapagar, en aquellos años de finales de los 50 y hasta 1966, D. David Lomas Pastor, o su sucesor D. Ángel Suarez Mingo (“Don Ángel”. Párroco de 1966 a 1977. + 1980 a los 42 años), que atendían, también, los servicios religiosos en la Ermita -Capilla de La Navata, temiendo su posible robo, debieron ordenar el traslado de la imagen de la Virgen del Pilar, a la Iglesia de Nª Sª de la Asunción de Galapagar.
En 1975, se produjo un nuevo incendio en la iglesia de Galapagar - en 1927 ya se produjo uno, a causa de una vela encendida tras la procesión del jueves santo, que destruyó por primera vez, la imagen de la Virgen de Nª Sª de la Soledad o de los Dolores – que destruyó totalmente la imagen de la Virgen de los Dolores, de nuevo, a excepción del rosario de plata y el broche de plata del corazón de espadas, que portaba la imagen.
Según recuerda otro sacerdote, antiguo párroco de Galapagar D. Tirso Blanco Álvarez (de 1977- a 2003), relata acordarse haber visto la imagen de la Virgen del Pilar en la iglesia parroquial de Galapagar, pero se desconoce y no recuerda, como y el porqué, esta imagen dejó de mostrarse en la Iglesia Parroquial, para instalarse en el Cuartel de la Guardia Civil.
Podemos deducir que, tras este mencionado incendio de 1975, el párroco de Galapagar D. Ángel Suarez Mingo o su sucesor D. Tirso Blanco, en sus inicios como párroco de Galapagar en 1977, debieron dejar la imagen de la Virgen del Pilar en el cuartel de la Guardia Civil, bajo su custodia, por el motivo y la razón que fuera, al finalizar alguna de las anuales procesiones de la festividad y celebración de la Virgen del Pilar. Procesión en la que la imagen es llevada a hombros por los guardias de la benemérita institución. Y allí, en el cuartel, se quedó.
Desgraciadamente, no se dispone de información histórica fidedigna documentada, ni los motivos de estos cambios de ubicación de la imagen de la Virgen. La consecuencia ha sido, que la Parroquia de San Antonio de La Navata perdió su imagen de plata de la Virgen del Pilar, desde mediados de los años 70, sin que nadie la reclamase. El actual párroco de la parroquia de La Navata, D. Miguel Ángel López, relata que su predecesor D. José Cruz (Pepe) le comentó que en una de las celebraciones rotatorias (Colmenarejo-Galapagar-La Navata) de la festividad de la Virgen del Pilar en La Navata, le comentó al comandante del puesto de la G.C. que le habían robado la imagen de la Virgen (del Pilar). Al responderle el comandante del puesto, si sospechaba de alguien, D. José le dijo que sospechaba de la G.C.; a lo que el guardia le contesto que más valía dejarlo así, porque con la G.C. se había topado.
Es interesante mencionar que, también existió en la iglesia de Galapagar un cáliz de plata antiguo, al parecer, de la época del reinado de Carlos III (10. agosto.1759 – 14. diciembre.1788), que se llevó desde la Iglesia de Nª Sª de la Asunción de Galapagar a la Ermita-Capilla de La Navata, por un sacerdote de Galapagar, y que ha desaparecido sin dejar rastro alguno. No sabemos si se devolvió a Galapagar o qué pasó con el cáliz, porque no está en ninguna de las dos parroquias; según comenta y recuerda, por haberlo visto, D. Eladio López, uno de los sacerdotes entrevistados.
Durante los años ochenta se registró un aumento progresivo de residentes, con carácter permanente, en La Navata. Con este aumento de la población, las necesidades fueron cambiando. Así, durante el mes de octubre del año 2000, promovido por el sacerdote asignado a la Iglesia-Capilla D. José Cruz León (de 1997 a 2016) y un pequeño grupo de feligreses residentes en La Navata, se preparó la correspondiente documentación y se solicitó al Arzobispado de Madrid, la creación de la Parroquia de San Antonio de La Navata, de manera independiente y desligada de la Iglesia parroquial de Nª Sª de la Asunción de Galapagar.
Hace unos años, la familia Laborde Ortiz, regaló a la parroquia de San Antonio de La Navata una nueva imagen, ya mucho más pequeña de la Virgen del Pilar, que actualmente se ubica sobre el arco de separación de la parte antigua con la parte ampliada.
La Parroquia de San Antonio de la Navata es, actualmente, y desde el 1º de diciembre del año 2000, por decreto del arzobispo de Madrid Cardenal Rouco Varela, el lugar de culto religioso católico de esta zona de La Navata (Galapagar).
En el año 2025, se celebran D.m. los 25 años de la designación de la Ermita-Capilla de San Antonio como parroquia, y el 75 aniversario de su construcción, ya que, debido a la pandemia, no pudo celebrarse este aniversario en 2020.