Desde muy antiguo, en la Iglesia, se ha tenido admiración y como modelos de Fe, Esperanza y Caridad, a Santa Mónica, Madre de San Agustín; por el que con una infinita confianza en Dios y en fidelidad a su amor, rezaba continua e incansablemente para que encontrará en Cristo, la Verdad que buscaba.

Nacidos bajo la inspiración de la Familia Agustiniana, hace algún tiempo, surgieron estos grupos de oración. Una iniciativa sencilla y piadosa que hemos recogido y puesto en marcha en nuestra parroquia de San Antonio.

Bajo la intercesión de la Santa, siendo modelos de madre y de oración, se ponen, en súplica, madres, abuelas, madrinas, intentando ejercer la “maternidad espiritual” y hacer “oración de intercesión”. Buscan, con entusiasmo, que hijos, nietos o ahijados, rezan implorando la ayuda del cielo para que encuentren a Cristo y, en Él, la felicidad.

Los grupos funcionan haciendo oración personal y de grupo… Si fuerte y eficaz es la oración particular de cualquiera de nosotros, ante el Padre, aún más fuerza tiene cuando, con un mismo fin e intención, se reúnen “dos o más en su nombre” e imploran al Señor. Reconozcamos que es inmenso el poder de la oración de aquellas que, rebosando amor, presentan a Dios la vida de los “hijos de sus entrañas” buscando que sean sostenidos en las pruebas, protegidos en la tentación, cuidados si están alejados o corren peligro y se vean atraídos al amor del Padre.

Con los grupos buscamos, también, fortificar la vida de oración de la Parroquia y de las familias.

¿Cómo funcionan? ¿Cómo se organizan?

Los grupos no son muy numerosos, en cuanto a participantes (en la parroquia hemos puesto en marcha tres distintos con una duración, por encuentro, de una hora) y se trata de alternar, de forma quincenal, la oración en casa y en el templo.

Al comenzar el mes, en la primera semana, se reúnen en el día y a la hora elegida, en el templo y con el Santísimo expuesto; se trata de poner al Señor, realmente presente en la Eucaristía, las intenciones y preocupaciones de cada participante. A los quince días, en el siguiente encuentro en el templo, se ora ante el sagrario, juntas.

Alternando con las oraciones en el templo, las siguientes semanas (por lo general la segunda y cuarta semana de mes) se trata de hacer la oración estando cada una en casa, o lugar donde se encuentre. La clave de esos momentos es que sigue siendo común el día y la hora, así; todos nos vemos acompañados y sostenidos, por los demás miembros.

Para la oración hemos preparado un pequeño manual, como ayuda y como gesto de que rezamos no solo a la vez, sino de la misma manera y con las mismas palabras.

Los grupos actuales están abiertos, si es de su interés esta iniciativa. Por otra parte, como se busca el mejor momento para cada participante, siempre estaremos dispuestos a poner nuevos grupos en marcha. Lo importante es estar interesados y plantearlo en el Despacho Parroquial.

En este momento esta es la oferta que tenemos…

.- Grupo los martes a las 11’00 hrs de la mañana.

.- Grupo los martes a las 18’30 hrs. de la tarde.

.- Grupo los miércoles a las 19’00 hrs.

Ni que decir tiene que si alguien quiere acercarse al templo, que es el momento de oración común, para conocer y ver… estaremos encantados de recibirle y, si es de su agrado, podrá incorporarse sin problemas. Hoy por hoy, entre los tres grupos hay unas 30 personas.

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